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Hablamos de Café

Quien no ha oído hablar del café arábica, se sabe que es un café muy apreciado entre todos los consumidores de esta bebida tan extendida en el mundo, además tiene fama de ser más caro que el café “normal”, por así decirlo, que en realidad es ROBUSTA, obviamente no tiene nada que ver con Arábica.

Proviene de una variedad de la planta del cafeto.

Los granos de café proceden del fruto del árbol del cafeto, que es una planta de las que hay unas 90 especies, las más cultivadas en el mundo son robusta y arábica, ambas muy distintas entre si

Es el más cultivado en todo el mundo

Su país de origen es Etiopía, su producción es mucho más costosa que el café robusta ya que el café de arábica necesita una mayor altitud, mínimo 800 metros, además se desarrolla mejor en climas subtropicales, este tipo de café es súper sensible a temperaturas extremas, tanto bajas como altas y también es propenso a sufrir daños por el ataque de insectos.

El café arábica es más complejo en cuanto a la riqueza de sus aromas y sus sabores, desde el aroma de los granos recién molidos hasta el retrogusto final o pos sabor.

Un aspecto a tener en cuenta.

El café arábica tiene la mitad de cafeína, parece mentira pero realmente no influye el tener más o menos cafeína absolutamente en nada en su sabor, simplemente por que son granos que al necesitan menos tostado, y si además realizamos la infusión en una cafetera de las llamadas súper automáticas o la tomamos en una cafetería…….

Es un café más refinado y no solo por que tiene sabores más complejos, además son cafés más fragantes y suaves con notas frutales y florales, dulces al paladar y con un retrogusto muy agradable al final, a diferencia de su primo hermano robusta que son mucho más fuertes, bastos y amargos

El cafetal

Cuando tomamos un buen café y estamos disfrutando de su gran sabor y aroma no tenemos en cuenta el largo proceso que han experimentado esos granos antes de llegar a nuestra taza. Ese proceso comienza en el cafetal y concretamente en el árbol del cafeto, suele tener una altura de 5 o 6 metros con hojas verdes y flores blancas cuyo fruto es una baya roja que contiene dos semillas o granos de café. La baya de café crece lentamente hasta las 6 semanas, para luego dar un estirón tanto en peso como en volumen, para este proceso se necesita mucha agua, una vez alcanzado tamaño y peso ideal de la baya también llamada cereza y transcurrido el tiempo de unos seis meses aproximadamente desde su fecundación comienza a tomar su color rojo característico indicándonos que está listo para su recolecta.

La cosecha.

Una vez esta el grano listo y madurado llega el momento de recoger la cosecha, se puede hacer manual, recogiendo las cerezas una a una seleccionando las que se encuentran en su punto optimo de maduración o de forma automática, recolectando todos los frutos para a posteriori hacer la correspondiente selección de los mismos. Los dos procesos son perfectamente validos pero el proceso manual garantiza la calidad y la homogeneidad de la cosecha, no obstante es un trabajo más duro pero deja el café en perfecto estado y listo para el siguiente paso, su despulpado.

Finalmente llega a los grandes tostadores industriales para su posterior distribución en tiendas, grandes superficies y también a establecimientos de hostelería. Ya sea en nuestras casas o en cafeterías y mientras que disfrutamos de una taza de café podremos darnos cuenta de todo el proceso que hay detrás con todas las personas que implican.

Del campo a la mesa

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